Europa está en crisis y el Euro en peligro. Para muchos analistas, la Eurozona se encuentra viviendo la peor crisis desde la 1° Guerra Mundial y además afirman que esta puede ser la “madre de todas las crisis” en caso de seguir profundizándose, pero…como comenzó este cuento, que es lo que está pasando actualmente y, lo más importante de todo: ¿es un cuento con final feliz?
La Eurozona fue creada el 1º de enero de 1999, y es el conjunto de estados miembros de la Unión Europea que han adoptado el euro como moneda oficial (hasta ahora 16 Estados), formando así una unión monetaria.
Por ahora son 16 los miembros que forman la eurozona: Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal. En un polémico anuncio, el país de Estonia afirmó en estos días que se incorporará también al bloque y adoptará al Euro como moneda a partir del 2011, convirtiéndose en el 17º miembro de la Eurozona.
Es importante entender entonces que estamos hablando de 16 países que tienen una misma moneda (el Euro), y que, por lo tanto, no pueden realizar individualmente políticas monetarias, sino que dependen de un banco central (Banco Central Europeo).
El ambicioso proyecto de una Europa sin fronteras parte de una premisa de igualdad, en donde todos sus integrantes deben cumplir con metas referidas, entre otras cuestiones, al déficit fiscal y al monto de la deuda para seguir formando parte.
En el intrincado sistema de quién le debe a quién dentro del bloque, se puede observar claramente a Francia y Alemania (junto con Inglaterra, qué decidió mantenerse al margen por no querer abandonar su moneda) como los principales acreedores, mientras que Grecia, Portugal y España son los que más dinero deben.
La realidad está demostrando que los cimentos de esta idea presentan fallas estructurales, en donde ciertos países de industrias más débiles como los que veremos a continuación se encuentran actualmente en serios problemas económicos y actúan como “disparadores” de la crisis enunciada:
Grecia: Posee una estructura productiva muy débil que se sustenta principalmente en el transporte marítimo y el turismo. Al adoptar una moneda que con el tiempo se fue revaluando, el turismo mermó considerablemente al encarecerse el país en términos relativos.
Portugal: Tiene una especialización productiva basada en el calzado y la industria textil que perdió mercados al tener que competir con China.
España: Se encuentra sufriendo la explosión de la burbuja inmobiliaria. Al no tener la posibilidad de aumentar el gasto o la emisión monetaria para estimular una demanda cada vez más deprimida, su economía se encuentra entre las de peor desempeño del bloque y su desocupación también es la más elevada.
Como se puede apreciar, el problema está planteado dadas las asimetrías existentes y su solución tiene en vilo a los mercados bursátiles internacionales.
El final de este cuento es de difícil predicción. No obstante ello, de todos los comentarios y reflexiones de colegas que he leído hasta el momento (que no fueron pocos), me quedo con la lucidez del economista francés Robert Boyer, especialista en crisis, que plantea tres escenarios posibles para el desenlace de este drama:
1° Escenario: Los países débiles (Grecia, Italia, España, Portugal, e Irlanda) abandonan el Euro. Este sería un escenario muy traumático para la economía global, y Boyer opina que sería un gran error por parte de los líderes políticos tomar esta decisión. El único que no perdería con todo esto sería el capital especulativo financiero, que podría especular con nuevos instrumentos y monedas.
2° Escenario: Una reestructuración global de todas las deudas públicas de la eurozona que permita reducir los ataques especulativos, y la ampliación del fondo de salvataje mediante la creación de un nivel impositivo para todo el bloque. Estos recursos se utilizarían para subsidiar estados en problemas.
3° Escenario: Alemania decide irse del euro y regresar al marco. Se van los alemanes y el euro se queda con los países débiles. Según el especialista, esta situación no le sirve a nadie, ya que la moneda germana se va a apreciar, caerá aún más la competitividad europea (que está basada en la industria alemana) y el resto de los países registrará una caída en el nivel de actividad.
Como vemos, el final del cuento parece cada vez más complicado y complejo. Para terminar, les dejo una muy interesante guía para detectar un caos financiero, que puede servir como brújula para determinar si ya estamos en él o es lo que se viene:
1. Los principales medios se sorprenden constantemente por lo que ocurre.
2. Las predicciones de corto plazo de los variados expertos van, de un modo radical, en diferentes direcciones y son expresadas con muchas reservas.
3. El establishment se atreve a decir cosas o utiliza palabras que antes eran tabú.
4. La gente ordinaria está asustada o enojada pero muy insegura de que hacer.
Que esta crisis se transforme en un caos (algunos operadores americanos opinan que Grecia es Bear Stearns y España, Lehman Brothers) o por el contrario se encuentre la salida a tiempo es algo que se comenzará a vislumbrar a partir de las próximas semanas.
Nicolás Litvinoff
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