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lunes, 17 de mayo de 2010
El Perú hizo mejor en el 2009 que casi ningún otro país en el mundo”
El prestigioso catedrático estadounidense Robert J. Barro, uno de los más voceados de los últimos tiempos para un futuro Premio Nobel de Economía, estuvo de visita en el país. Fue invitado por la Cámara de Comercio de Lima y la Universidad del Pacífico para disertar acerca de la actualidad macroeconómica mundial y los retos del Perú para salir del tercer mundo y encaminarse hacia el crecimiento sostenible. Perú Económico conversó con él acerca de estos temas y su crítica posición respecto de la política económica del gobierno Barack Obama.
Por Roberto Castro Lizarbe
El ex ministro de Economía peruano, Luis Valdivieso, dijo alguna vez que más que la crisis financiera que golpeó al mundo, el país debía prepararse para una potencial crisis en los precios de los commodities alrededor del 2013. ¿Esto es un riesgo real?
Los precios de los commodities no son muy predecibles, por lo que no es factible saber en qué fecha podrían determinar una crisis. Lo que se debe hacer, más bien, es que cuando los precios sean muy altos se acumulen reservas. Chile lo ha hecho con el cobre y México, en menor medida, con el petróleo. Se puede acumular cuando las cosas van bien para así tener reservas cuando las cosas no salgan bien, como el año pasado.
En todo caso, la parte crítica es no gastar cuando los tiempos vayan bien. California, por ejemplo, gastó como loca cuando las cosas iban bien, y ahora está en problemas porque no tiene reservas. También debe haber más diversificación en producción para la exportación y menor especialización en commodities. Con una mayor diversificación, se es menos vulnerable a las fluctuaciones.
¿Esa diversificación a la que se refiere constituye una señal de que una economía está dejando de ser tercermundista?
El patrón común, en realidad, es pasar a tener una mayor diversificación fuera de los recursos primarios. Noruega es muy rica, pero muy dependiente de su gas natural. México es muy dependiente del petróleo. Sin embargo, no recomendaría que el Estado priorice sectores o los subsidie; eso es errado. Por ejemplo, suele decirse que la investigación y el desarrollo son muy importantes; pero eso no quiere decir que sea imprescindible que el Estado subsidie esta actividad para ser más avanzados tecnológicamente. A los países les puede ir mejor si absorben tecnologías de sitios más ricos que han descubierto algunas cosas. Corea del Sur es un ejemplo de ello: en muchas áreas imitan lo que ha sucedido en otros lugares. Es muy efectivo utilizar tecnología de otros países.
Durante su visita al Perú, usted ha resaltado la importancia de la relación económica actual del país con China. ¿Qué piensa de Brasil, que es el otro nuevo eje que presiona la economía peruana (Perú Económico julio 2009)?
Lula es mucho mejor de lo que se habría predicho. No es un antimercado y ha sido sensato. A Brasil le ha ido bastante bien. Igual, no me sorprendería que retrocediera a otros puntos de su historia: alta inflación y falta de disciplina fiscal. Pero Lula se debe llevar un buen crédito. Fue productivo y sensato. Espero que dure.
Respecto de China, soy muy optimista. Creo que su crecimiento va a continuar, aunque no como en los últimos 20 años. Tendrá que hacer una difícil transición de un gobierno dictatorial con pocas libertades a algo más liberal, y habrá mucha presión a que funcione. Cómo lidiar con ello será importante. Hubo un experimento con la democracia, pero retrocedió. El caso de Google ha sido indicativo: no tienen todavía capacidad de relajar estas restricciones, cuando creo que deberían olvidarse de ellas.
Para un país como el Perú, ¿qué riesgos hay de que haya un incremento en la deuda pública en Estados Unidos y Europa?
La crisis del gobierno se volvió muy severa en Estados Unidos y en algunos de los países más débiles de la Unión Europea. Eso, acentuado, indefectiblemente sería malo para el Perú, sobre todo en exportaciones y en estructura financiera. No creo que ustedes puedan evitar esos riesgos. Igual, hicieron mucho mejor en el 2009 que casi cualquier otro país en el mundo.
¿Cuándo debería retirar el Perú los estímulos fiscal y monetario? ¿Al mismo tiempo que Estados Unidos, quizá antes…?
No creo que sea crucial saber si lo retirará antes o después que Estados Unidos. Creo que lo importante es que mientras los tenga, se concentren en inversiones en el sector público que generen una retribución, como carreteras, proyectos hídricos o de electricidad; o mejorar la educación y salud. Lo importante es que estos sectores públicos generen crecimiento: esa debería ser la meta. Por otro lado, sería preferible tener cortes de impuestos temporales, aunque dudo igual que eso ocurra.
En sus trabajos, usted ha resaltado la importancia del capital humano como motor de la producción. ¿Cómo se pueden generar estímulos para que un país emergente, con otras prioridades de gasto público, se decida a invertir en educación?
Siempre he simpatizado con que el sector privado participe en la educación. Chile, del cual suelo hablar mucho, ha promovido eso más que el Perú. Su modelo es que el gobierno pague por la educación, pero se apoya en el sector privado para que la organice y la ejecute. Tienen casi un 50% de la educación primaria privatizada. Entiendo que en el Perú no hay mucha educación financiada por el sector privado, pero ese es el camino que yo tomaría.
¿Qué es más peligroso para la economía mundial: el retorno a la inflación o un menor crecimiento producto del aumento de la deuda pública?
Creo que hay varios riesgos asociados con la acumulación de deudas por intentar expandir programas sociales –como en el caso de la salud–, así que esperaría que los impuestos aumenten en muchos países como Estados Unidos, y creo que eso es negativo para el crecimiento. Parte del escenario es un riesgo que podría no materializarse. No estoy seguro de cómo ranquear estas posibilidades.
A propósito del tema, usted ha sido duramente crítico con la reforma de salud en Estados Unidos…
Sucede que son programas diseñados muy pobremente y es básicamente otra forma de que el gobierno gaste más dinero, con mayores impuestos. El objetivo particular, en realidad, estuvo asociado a expandir el programa MedicAid. Pero realmente no subsidia el sector salud. Es más que todo un paquete político sobre el cual quería actuar la administración. Y como (los demócratas) tienen mayoría, pudieron hacerlo. Por eso, las elecciones parlamentarias de noviembre serán especialmente importantes.
Finalmente, es inevitable preguntarle por la forma que cree que tomará la etapa de recuperación de la economía mundial…
Más que una determinada forma, lo importante es notar que Estados Unidos y la mayor parte de Europa lo están haciendo mucho mejor que el año pasado, así que el corto plazo probablemente será más favorable. La pregunta es si algo sucederá para que haya otra caída, así que ese es el riesgo. Por ello, los pronunciamientos del gobierno de Estados Unidos respecto de que ya le dimos la vuelta a la esquina, que ya estamos en un sendero seguro y que la recesión terminó no son muy confiables.
FICHA
Nombre: Robert J. Barro
Edad: 65 años
Ocupación actual: Catedrático de la Universidad de Harvard
Principales contribuciones a la literatura económica: En 1974, propuso la hipótesis de la equivalencia ricardiana para discutir la conducta de los agentes económicos ante un estímulo tributario de parte de los gobiernos. Ha trabajado posteriormente temas relacionados con expectativas racionales, crecimiento endógeno y desarrollado un Índice de Miseria –empleado por Jimmy Carter en su campaña presidencial en Estados Unidos–. También ha desarrollado estudios en torno de la economía de la fertilidad y, más recientemente, acerca de la influencia de la religión y la cultura popular en la economía política.
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